miércoles, 9 de marzo de 2016

Frustración


Sumidos en un sueño profundo descansaban plácidamente, pero había quien no disfrutaba de ese placer. Dormir era la única forma de escapar del infierno. En sueños uno no era consciente de su situación. Él, en cambio, solamente bajaba los párpados para pestañear. Si cerraba los ojos más de una fracción de segundo, terribles imágenes desfilaban ante ellos. No comprendía como los demás eran tan cobardes e incapaces de enfrentarse a sus miedos que se refugiaban en la protección temporal del sueño.  En ocasiones se avergonzaba de ellos. Siempre era él quien tomaba el rol de héroe. El valiente. Pero muy pocas veces era reconocido su mérito. El sentimiento de frustración era lo que sentía la mayor parte del tiempo. Solo el miedo que ahora sentía era capaz de competir con ese sentimiento.